Ordenando algunos libros, cayó en mis manos uno de Carl Whitaker, terapeuta de familias ya fallecido y del que soy auténtica fan. Hojeando encontré este párrafo que me parece brutal. Aconsejo leerlo con calma. Dos veces si es preciso, porque tiene su miga…
“El matrimonio (la pareja) es una experiencia que amenaza al propio ser y nos arranca de raíz. Igual que la hipnosis, el matrimonio es un estado alterado de conciencia: cuanto más se profundiza, más probable es que emerjan cosas.
El ajuste recíproco entre los esposos es absolutamente preciso. La elección de la pareja no es casual, toma en cuenta el péndulo marital: se escoge a la pareja según su capacidad de adaptarse con mayor éxito a nuestro estado depresivo o al propio sadismo.”
No todo el mundo está dispuesto a crucificarse por su partenaire, a colocarse la corona de espinas o a morir en vida por él; aunque hay quien se doblega y muestra su cuello desnudo a modo de ofrenda. ¡Una oferta tentadora que ningún vampiro puede rechazar!
1 comentario:
Absolutamente de acuerdo con el gran Carl!!! Los vampiros emocionales existen, no son un entelequia, y lo peor es que es muy difícil quitártelos de encima, no está dispuestos a renunciar a su presa sin nada cambio.
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