viernes, 24 de octubre de 2008

¿Y TÚ QUÉ ERES?

Hace algunos días estuve relajándome en mi lugar favorito: los Pirineos.
Soy una mujer de montaña, no cabe duda. Huyo de la ciudad cada vez que puedo y me escapo hacia mundos verdes donde el tiempo se saborea y no se te atraganta.
Allí estaba yo, disfrutando de los manjares culinarios de la alta montaña (tremenda bandeja de carnes varias, colección de chorizos, morcillas y finezas sólo aptas para paladares exquisitos…)
Pues eso, que ahí andaba yo batallando con mis mandíbulas, cuando algo llamó mi atención. Unas mesas más allá, dos parejas de unos cuarenta y poco, charlaban animosas. Bueno…para ser exactos, tres de los cuatro lo hacían, mientras que el cuarto, (una de las mujeres), lo hacía en exclusiva con su hijita de unos 4 años. La mujer, ajena a toda conversación adulta, dirigía su mirada atenta y palabras cariñosas, a esa pequeña individua, que a su vez, le regalaba enormes sonrisas.

“En algún momento se dará cuenta de que comparte mesa con alguien más…”pensé yo. Pero ella seguía embelesada en su pequeño retoño, única fuente de atención y placer.

De hecho, tan pequeño y estrecho era el universo entre ambas, que casi se percibía la línea divisoria que las separaba del mundo.

El marido y la otra pareja, mantenían su charla, respetando la ausencia psíquica (y física) de la mujer. El esposo, un hombretón grandote con aspecto triste, y cara de amargura prematura, lanzaba, de vez en cuando, a su “antes mujer y ahora sólo madre”, una mirada de consabida resignación. Aunque la cuestión es: ¿fue su mujer alguna vez esposa, o él ya eligió como pareja a una madre? Y de ser esto así, ¿una madre para sus hijos… o para sí mismo? Estas absurdeces me venían a la cabeza, al ver a ese esposo solitario con cara de niño grande.

El marido me despertaba cierta curiosidad, y no acertaba a entender porqué… Lo anduve observando un rato y entonces entendí: ¡Cuando estaba con su hija, parecía más su hermanito que su padre! Se relacionaba con la pequeña de una forma un tanto peculiar: en lugar de “regañarla” cuando la criaturita hacía algo indebido, le hacía un gesto morrudo, de aquellos que hacen los niños cuando entre ellos se enfadan, al estilo de “¡pues ya no te estoy, ala!”. Curioso…pensé.

Volvamos a la “madre”. Aprecié que tenía el vientre visiblemente abultado…Un nuevo embarazo. La mujer se validaba a sí misma en lo que mejor sabía hacer: ser madre.

Pero, ¿Acaso sólo somos madres, o sólo esposas, o sólo hijas, o sólo hermanas…?

A veces ocurre que practicamos con tanta dedicación un solo rol, que acabamos olvidando la existencia necesaria del resto de roles que conforman nuestra identidad como personas.

Entonces, ¿qué ocurre cuando renunciamos a nuestra identidad, matando de un plumazo a nuestros otros roles? ¿Acaso esperamos que no tenga consecuencias? ¿Y por qué elegimos el rol que elegimos? ¿Nos sentimos más seguros y cómodos en ese rol que en cualquier otro? ¿Y eso por qué?¿De quien lo aprendimos?¿Qué nos condujo a él? Qué pasaría si lo abandonáramos?

Muchas preguntas CON respuesta. Porque todo tiene una razón de ser…

15 comentarios:

Anónimo dijo...

hola Maite. Se podria hacer un debate muy extenso sobre este tema.. Como ya se ha dicho de muchas maneras, la carencia o el defecto o exceso que hayamos tenido en nuestra infancia, condiciona muchisimo nuestro comportamiento en la vida de adulto. Pero también creo que hay mujeres que cuando en la vida de pareja no alcanzan la felicidad y la plenitud que esperaban y que les habian "vendido",vuelcan todo su amor en los hijos y ya no existe otro rol en su vida..
Por otro lado, habria que preguntarle a esa mujer, si se casó enamorada y si aun lo está.
De todas maneras, "rompo una lanza" a favor de las mujeres, que tenemos que compaginar trabajo, maternidad, ser esposas-amantes..e intentar que nada se nos escape de las manos.

Un saludo!

Mir I Am

La Sonrisa que Embellece dijo...

Esto que voy ha hacer ahora es para mi una osadía, es la primera vez que me decido a escribir y lo hago nada menos que aquí,en tu blog; Ya llevo bastante tiempo leyéndote y debo reconocerte mi admiración, tanto por tu forma de escribir, que es llana y envolvente, como por algún que otro punto de vista tuyo sorprendentemente grato para mi.
Así que como ya estoy puesta, permíteme que me explaye

Creo que podrían haber muchos motivos justificables o no, que llevasen a actuar de esa forma a esa mujer. Pero lo más sorprendente para mí,ha sido como has llegado a extraer unas dudas y conclusiones, bajo mi punto de vista, retrógradas y quizás vulgares.
Vulgares, en el sentido de que has detallado a muchas mujeres que aún hoy en día se comportan así.
Soy consciente de que siguen existiendo este tipo de mujer que pasa de ser hija,a ser esposa, a ser madre,a ser abuela; Sin saber solaparse, aunque sí implicarse, sin darse cuenta de que son mujeres o lo peor, sí lo saben y no les pesa.
Cuando era más jovencita, muchas son la veces que he odio eso de: Cuando se es madre, la vida cambia tanto.., que si no aprovechas ahora luego no podrás!.
Sinceramente ahora que soy madre, puedo decirte que mi vida no ha cambiado, simplemente se ha modificado y en parte frenado. Porque el hecho de ser madre no te da más sabiduría,ni experiencia. Como en todas las etapas, se necesita un tiempo de adaptación a la nueva faceta y eso hace que el resto se ralentice.
Deseo recordarte de que somos muchas las mujeres que hoy en día no encajamos en tu descripción generalizada. Y que somos muchas las que te leemos,seguramente también habrán futuras mujeres leyéndote y creo que a estas altura, deberíamos dar más cosas por asimiladas y quizás abrir nuestros puntos de vista,sin transmitir miedos o dudas.

Sinceramente si yo estuviese en tu situación,al parecer idílica,con el manjar que te estabas comiendo y observara la misma situación, creo que no me hubiera planteado tal conclusión.

Sigamos mirando hacia delante y dejemos de lado tantas viejas influencias. Solidificando conceptos avanzamos y con nosotras las futuras generaciones.

Simplemente pienso que es bueno y normal que se sepa y se reconozca, que hoy en día, por el estilo de vida que llevamos las mujeres, cada vez aprendemos a ser más selectivas y como resultado más capaces de consolidar nuestras diferentes facetas.

Sería bueno que nos centráramos más en nuestras propias carencias, sin precipitarnos en juzgar a los demás, ni rememorar viejas creencias.

Gracias por tus blogs.

Anónimo dijo...

Parece que esta entrada nos está removiendo a los que te leemos.
Tengo que expresar mi disconformidad con la anterior comentarista, ya que tal y como yo entiendo esta entrada, la intención debía cuestionar una situación determinada, más que nada porque no percibo ningún juicio de valor por parte de la autora, no veo que diga que una de las partes implicadas sea mejor que la otra, únicamente nos muestra una foto de un suceso, igual que un fotógrafo nos ofrece una instantánea de un determinado acontecimiento.
Lo que genera en cada uno tu relato es algo propio, que hay que entender por qué lo sentimos y si nos puede aportar algo a ser mejores.
Espero que sigas siendo "vulgar" y que captes "instantáneas sociales" que nos permitan crecer a través del cuestionamiento.

Un abrazo

La Sonrisa que Embellece dijo...

No era mi intención ofender a nadie, como ya comenté soy nueva en el mundo del blog y quizás me falte "tacto".

Por supuesto mi respuesta no era para Mayte, era para TODAS/OS.

Al igual que se ha expuesto un punto de vista, a mi modesto punto de ver, retrógrado y puesto que me planteé la posibilidad de que lo leyeran futuras madres, sólo quería dar otra visión diferente, deseaba dar también por asentado, que hoy en día, bien o mal, hay mujeres que aprendemos gratamente, a conseguir solapar nuestras diferentes facetas.

Por supuesto Mayte sigue siendo "vulgar", sólo quería dar un poco de "marcha", encuentro que es un tema muy interesante.

Mil disculpas, la próxima vez intentaré esforzarme un "poquito" más.

Gracias Anónimo.

Anónimo dijo...

Con todos mis respetos, creo que "la sonrisa que embellece" se ha confundido bastante con el planteamiento de Mayte, Ya que, lo que en mi opinión este pretende, es hacer que algunas madres o futuras madres, sean conscientes de que sus parejas son algo más que sus "suministradores de semillitas" (por decirlo con delicadeza).
Quizás más de una se puede ofender porque le están describiendo una fotografia de su propia vida y no puede comprender como esa "perfección" puede ser cuestionable.
Ah!..Y a mi, el ser madre, sí me ha dado más sabiduria y experiencia.

Mir I Am

Anónimo dijo...

Hola,
Tratando de aclarar el sorprendente debate que resulto de una simple reflexion que ha hecho Maite dire que lo que ella ha hecho ha sido solo plantear una situación arquetipica a partir de la observacion de una escena, la cual pudo existir o no, eso no importa, como tampoco importa si los actores de dicha escena tenian las caracteristicas que se les adjudicaron en la mencionada reflexion, sino que han servido de pretexto para reflexionar sobre los roles que adoptamos mujeres y hombre en determinadas sircunstancias de nuestra vida y las posibles razones por las que adoptamos estos roles. Seguramente la "feliz madre", el "abnegado padre", la "encantadora niña" y los amigos que compartian mesa con ellos estaban lejos de ser todo eso que se ha dicho que eran, pero eso no es lo importante, lo importante es que nos cuestionemos cosas apartir de la reflexion que surge de una escena como esta.

Javier Martínez dijo...

Aquí estoy para avivar el debate. El comentario de Mayte me ha hecho recordar otro ejemplo de pérdida de rol postparto: las mujeres que se dirigen a sus maridos o compañeros igual que sus hijos, es decir, llamándoles "papá". Y no sólo cuando, como es natural, le dicen al niño: "Ve con papá y ayúdale", sino que lo hacen cuando ellas se dirigen a su pareja ("Papá, ¿puedes sujetar al niño en el asiento?"). Conozco un caso bien cercano en el que se da esta chocante situación.

Para mí es una muestra de que hay personas que, a partir de la experiencia de ser padres, sólo son capaces de ver el mundo en clave de padres-hijos.

Carles Català dijo...

Estoy de acuerdo con el punto de vista de la autora del post, ya que solo descre la situación que ella ve, y, a pesar de que lo hace desde fuera sin conocer a las personas, se encuentra muy lejos de hallarse equivocada. Simplemente, es la teoría de la navaja de Occam, o lo que es lo mismo, la explicación más acertada ante una situación es probablemente la más sencilla. Cuanod un observador experto, y más un profesional del mundo de la psicología, retrata una situación de esta manera, probablemente no anda desencaminado. En este caso, desencaminada.

Y añado, solo para meter más leña al fuego, pues ciertas actitudes me ponen enfermo: totalmente de acuerdo con el comentario de Javier Martínez. Y remato: estoy harto de las madres o padres que luego se quejan de que no tienen tiempo para nada, de que su niño les absorve de la vida, incluso todos aquéllos que "exigen" un trato preferencial en sus empresas por el simple hecho de ser padres. A todos ellos les digo: que se jodan. ¿No querían traer niños al mundo? Pues hala, a apechugar, el mundo no tiene la culpa de las decisiones egoístas de cada uno de sus habitantes. Y si no llego a fin de mes pues nada...a hacer esquinas, que en eso mer parece que sí que hay mercado de trabajo.

Miguel Ángel Raya Saavedra dijo...

Vaya debate!!!

el tema de la maternidad/paternidad siempre es conflictivo, pero por lo que veo muy enriquecedor.

Carles, con todos los respetos, me parece que se te ha ido un poco la olla. ¿A hacer esquinas? uffff

Carles Català dijo...

Cierto Miguel, se me ha ido la olla. Quería haber dicho que el negocio del sexo es el único que da dinero (harto de que taaaanta gente te diga que no llega a fin de mes porque tiene que mantener a dos o tres retoños...no haberlos tenido, ¿no?). Ciertamente el tono ha sido ido de la olla, enfin...
Un abrazo.

Mayte Leal dijo...

No acostumbro a responder a los comentarios, pero esta vez haré una excepción...
Gracias a todos por vuestras reflexiones. Es a través de estas discusiones y diferencias de parecer que aprendemos a ver a través de otros ojos, y eso siempre nos aporta algo valioso a cada uno.

"Sonrisa que embellece",decirte que muchas gracias por tu aportación. Me hizo pensar, y eso es lo que pretende este blog, que los textos (con más o menos acierto) resuenen en nosotros y nos permitan "conectar con algo" que nos sea útil. Por eso te invito a que sigas participando en mi blog siempre que te apetezca.

Gracias a todos y todas, de nuevo.

Cristina Murillo Jimenez dijo...

una pregunta indescreta y malevola... ¿Mayte, la persona que comenta como "anonimo" no serás tú por casualidad????
cosas mias...
en caso de no ser, y si "anonimo" lee esta respuesta, decirle, que creo que ha estado muy acertado en sus conclusiones,me encantó la forma en que lo expresó, vamos, que de haberse identificado seguro que habria blogeado por sus dominios... je,je

Mayte Leal dijo...

Hola Cristina,

Bienvenida.

"Anónimo", de hecho no lo es. Firma como MIR I AM (¿será un acertijo????)

Desconozco si tiene blog, pero estoy de acuerdo contigo en que si lo tuviera sería grato leerla, porque en varios post ha dejado reflexiones a tener en cuenta.

Un abrazo y hasta pronto.

Mayte Leal

Cristina Murillo Jimenez dijo...

pues ya lo oyes "MIR I AM", tienes fans... asi que... si estas ahi... ¡manifieeeeeeeestate! je,je,je

Cristina Murillo Jimenez dijo...

otra cosilla, aunque viendo las fechas veo que llego tarde al debate, pero aun asi no puedo evitar decirle a Javier Martinez que estoy totalmente deacuerdo con él, en cuanto a la sorpresa que me produce esa costumbre de llamar "papa" o "mama" a la pareja, es que nunca, por más que lo oiga, dejará de chirriarme en los oidos. Yo misma estoy tentada a veces, ya que mi marido y mi hijo se llaman igual y cuando estan juntos nunca saben a quién estoy llamando, pero es que pienso que el día que yo llame así a mi pareja habré dejado de percibirlo como mi amante.... ¿te imaginas? ¿papá vienes a la cama? ¡agggg que horror!!!!!