viernes, 27 de marzo de 2009

OBVIAMENTE, NO



“¿Pero cómo puede ser que él me pregunte eso? ¡Es tan obvia la respuesta!”

María estaba tan sorprendida como indignada. No daba crédito. “¡Es que es tan obvio!”…Insistía. “Todo el mundo sabe que eso es así. ¡No puede ser de otra manera!” Y en esas estábamos, batallando en la consulta.

“A menudo olvidamos que las obviedades, muchas veces, sólo lo son para nosotros”...le dije con cierta guasa, mientras recordaba una anécdota algo ridícula:

Y es que hace unas semanas acudí con un amigo y colega a una conferencia. Entre los asistentes, estaba una terapeuta familiar a la que yo respeto profundamente. Había sido mi profesora durante dos años, y como me alegró mucho verla, me acerqué a saludarla. No sólo le planté un par de besos con todo el cariño y respeto del que fui capaz, ¡Sino que también le regalé un cabreo monumental! (ten alumnas para esto, debió pensar la mujer)

Hace unos meses, en un Congreso, esta excelente terapeuta de familia, dio una conferencia maravillosa en la que explicaba a modo de metáforas las relaciones de pareja. Fascinó a todo el auditorio con la brillante sencillez de su exposición. Me pareció tan original y útil esa forma de explicarlo que no dudé en utilizarla en este blog. Por supuesto, con la debida referencia a su creadora, de quien hice una presentación respetuosa y cariñosa.

De modo, que al coincidir con ella en esta ocasión, aproveché para “rendirle merecido tributo” y le comenté que tan interesante me pareció su ponencia en aquel congreso, que la recogí en mi blog. Obviamente, esperaba que se alegrara. ¿Podéis imaginar mi cara con una sonrisa de izquierda a derecha? ¡Pues ahora imaginad la suya, tan intensa como la mía pero en la dirección contraria! Su rostro amable se transformó (ya sabéis, como en los cómics, cuando el superhéroe con aspecto gentil se va transformando lentamente en un monstruo grande y verde que emite gruñidos terroríficos) Oh-oh…Algo no iba bien…¿Qué estaba pasando? ¿No se suponía que tendría que sonreír y sentirse orgullosa? Al fin y al cabo hice difusión de un trabajo suyo (debidamente referenciado) con la idea de que pudiera ser útil para quienes lo leyeran (como lo fue para mí). Obviamente eso sólo podía ser entendido así…¿O no? Durante unos segundos estuve en fuera de juego….Toc-toc..¿Hay alguien ahí? ¿Hablamos el mismo idioma? Su tono se volvió áspero y reconoció estar hasta las narices de que “le hicieran eso” y balbuceó algo sobre los derechos de autor…Es obvio que su mala experiencia en asuntos similares (apropiación indebida del curro ajeno), no le permitió descifrar mi gesto como lo que era: un tributo (no lucrativo) desde el respeto y la admiración. Y por mi parte, es obvio que obvié. Craso error.

Obviamente, me disculpé por mi atrevimiento, y prometí retirar el post de mi blog. Así lo hice. Es obvio que a veces no acertamos con los regalos, sobre todo cuando los hacemos pensando en clave errónea “¡Pues a mí me gustaría!”

2 comentarios:

Mir I Am dijo...

Hola Mayte. Lo primero, un saludo y decirte que soy seguidora de tu blog y leo todo lo que publicas. Lo encuentro muy enriquecedor, util y explicado de una manera sencilla que nos llega a todos con claridad el mensaje que transmites.
El post que publicaste en el que hiciste "clara referencia" a la conferencia que dió tu profesora (recuerdo el post), yo lo vi como una labor altruista y generosa de transmitirnos una parte de vuestros conocimientos, una manera de contribuir a ayudarnos a conocer nuestro interior sin invertir mas esfuerzo que el de encender el ordenador. Siempre he pensado esto de todos los post que publicais profesionales que habeis invertido años de estudio, esfuerzo, y por supuesto, inversión económica importante.
"Obviamente", a tu profesora enfadada, todo esto no le importa en absoluto, y contrariamente a sentirse alagada porque se hable de ella y se reconozca su brillante labor a través de este medio, parece que solo se ha quedado con el lado negativo, y lo ha interpretado como un "plagio" a su trabajo. Entoces..¿Para que se dan conferencias, sino es para divulgar y hacer participar de unos conocimientos que pueden contribuir a mejorar el mundo?
"Obviamente", es mi humilde opinión.. Y yo seguiré agradeciendo y valorando mucho vuestras aportaciones.

Eva Aguilar Moreno dijo...

hola.

Obviamente se vuelve a demostrar que no importa qué hagas o digas, la interpretación no depende de tí sino del otro. Del significado que la otra persona le de.

La moraleja?? No des nada por supuesto (ni con tu pareja)

un saludo